miércoles, 1 de diciembre de 2010

Ejercicio 10: Arte Bizantino

Santa Sofía de Constantinopla

De la primera edad de Oro (VI – VII) corresponde la iglesia de Santa Sofía de Constantinopla, situada en Estambul, Turquía. Esta iglesia fue mandada a construir por Justiniano al matemático Antemio de Tralles y al arquitecto Isidoro de Mileto.

La iglesia es de planta basilical cuya nave central corresponde con una planta central. Contiene un atrio con pórtico, un nártex y la iglesia propiamente dicha. La iglesia contiene tres naves sostenidas por columnas y pilares, un transepto y un ábside cubierto por una cúpula de cuarto de esfera. Esta edificación está hecha de materiales pobres, con mampostería y ladrillo aunque los cimientos son de piedra. Su interior se encuentra enriquecido por el uso de mosaicos cuyos temas iconográficos corresponden con el Antiguo y Nuevo Testamento, y está revestida con placas de mármol.

Las naves laterales se encuentran decoradas con bóvedas de arista y en ellas se encuentra la tribuna. La nave central, más amplia que las laterales, se cubre con una cúpula gallonada decorada con ventanas para aligerar el peso sobre cuatro grandes arcos que corresponden con el claristorio que permite el paso de la luz al interior. Para la unión de los arcos con la cúpula se recurre a las pechinas que están decoradas con motivos religiosos (ángeles). El empuje vertical de la cubierta cae sobre los arcos que se contrarresta con la posición de cúpulas de cuarto de esfera situadas a los laterales. El empuje laterales de las cúpulas es contrarrestado a su vez por bóvedas de cañón. Las columnas del interior se encuentran decoradas con motivos vegetales (estilizados por el uso del trépano para crear claroscuro) o historiados, y sostienen un cimacio, tomado del mundo persa, por el que arrancan los arcos de medio punto.

Como esta iglesia, de la primera edad de Oro también corresponde la de San Sergio y la de San Baco que fue mandada a construir por Justiniano a la vez que la de Santa Sofía.

San Vital de Rávena

Al igual que Santa Sofía de Constantinopla, la iglesia de San Vital también corresponde con la primera edad de Oro (VI – VII) y se encuentra en Rávena, Italia. Fue mandada a construir por Justiniano gracias a la financiación de Juliano entre 546 – 548 (en 547 fue consagrada por el obispo Maximiliano.)

Es una iglesia de planta circular compuesta por un nártex descentrado y la iglesia propiamente dicha. Contiene dos naces: una nave central octogonal con ocho pilares revestidos de mármol, y una nave anular (que rodea la central), compuesta por columnas y pilares. El presbiterio, situado al fondo y cerrado por una bóveda de cañón, es de planta cuadrada y sus muros se encuentran decorados con mosaicos. El ábside es de planta poligonal y se encuentra acompañado por dos torres. Está hecha de materiales pobres y revestida de ladrillos, se encuentra sostenida por contrafuertes que ayudan a contrarrestar los empujes. Como las iglesias de Santa Sofía y la de los Santos San Sergio y San Baco, su interior se enriquece con la decoración de mosaicos.



La nave anular se encuentra decorada con bóvedas de aristas formando el deambulatorio sobre el que se encuentra la tribuna sostenida por pilares y sobre la nave central se sitúa un tambor sobre el que cae una cúpula. Las columnas sostienen cimacios de los que nacen los arcos.




Justiniano con su séquito

La imagen pertenece al mosaico izquierdo que se encuentra en el presbiterio de la iglesia de San Vital de Rávena. En él se representa a Justiniano el día de la inauguración de la iglesia sosteniendo una patena de oro y acompañado a su izquierda por el obispo Maximiliano, detrás por el banquero que costeó la construcción, a su derecha por sus dos generales Belisario y Narsés y en los extremos por sacerdotes y miembros del ejército.

Como todo mosaico del arte Bizantino, esta composición está situada en friso en donde sus personajes presentan signos de hieratismo (rostros serios y sin expresión), isoscefalia (todas las cabezas se sitúan a un mismo nivel y dependiendo de la importancia del personaje se situaba en el centro o en los extremos, más grande o más pequeño), simetría axial y signos de espiritualidad tales como la posición de los pies que dan la sensación de estar elevados y los ojos abiertos como reflejo del alma del personaje. Su fondo es plano ya que no les interesa la perspectiva sino transmitir un mensaje. Los colores que utilizan suelen ser cálidos como los dorados y los ocres y a veces fríos como los verdes y azules.

Similar a este mosaico es el de su esposa Teodora y su séquito que se encuentra en la derecha del presbiterio de la iglesia de San vital de Rávena.

1 comentarios:

Gloria Ramé dijo...

Muy bien

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